Tegucigalpa, Honduras. Un insólito caso fue atendido en el Hospital Escuela Universitario cuando un octogenario llegó con su pene erecto atrapado en una botella plástica de refresco.
El centro hospitalario público, de mayor demanda en Honduras, informó en sus redes sociales que el anciano introdujo su miembro viril en el envase y "debido al constante frotamiento se provocó una severa hinchazón, dejando atrapada esa extremidad".
Alarmado, el hombre llegó a emergencias del Hospital Escuela para ser auxiliado, pues no soportaba el dolor tras 5 días de mantener su miembro atorado en la botella.
Uno de los médicos que lo atendió, dijo que el paciente presentaba un severo edema que le produjo una infección.
Dolorosa Experiencia.
El afectado relató que le costó mucho lograr la erección, debido a su edad y a la enfermedad que padece."Lo que quería era que se me parara para tener relaciones con una mujer, ya que soy diabético y la enfermedad me causa impotencia, cosa que es frustrante", dijo.
Ya en el quirófano, los galenos lo llevaron y lo sedaron por completo y utilizaron una sierra para liberarlo de su sufrimiento. Tras recibir tratamiento con antibióticos y antiinflamatorios, el anciano recibió el alta médica y se marchó sonriente, pero lamentando que sus hijos no le den afecto.
Las autoridades no revelaron la identidad del octagenario. Únicamente dijeron que reside en Tegucigalpa.
El centro hospitalario público, de mayor demanda en Honduras, informó en sus redes sociales que el anciano introdujo su miembro viril en el envase y "debido al constante frotamiento se provocó una severa hinchazón, dejando atrapada esa extremidad".
Alarmado, el hombre llegó a emergencias del Hospital Escuela para ser auxiliado, pues no soportaba el dolor tras 5 días de mantener su miembro atorado en la botella.
Uno de los médicos que lo atendió, dijo que el paciente presentaba un severo edema que le produjo una infección.
Dolorosa Experiencia.
El afectado relató que le costó mucho lograr la erección, debido a su edad y a la enfermedad que padece."Lo que quería era que se me parara para tener relaciones con una mujer, ya que soy diabético y la enfermedad me causa impotencia, cosa que es frustrante", dijo.
Ya en el quirófano, los galenos lo llevaron y lo sedaron por completo y utilizaron una sierra para liberarlo de su sufrimiento. Tras recibir tratamiento con antibióticos y antiinflamatorios, el anciano recibió el alta médica y se marchó sonriente, pero lamentando que sus hijos no le den afecto.
Las autoridades no revelaron la identidad del octagenario. Únicamente dijeron que reside en Tegucigalpa.
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