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viernes, 26 de febrero de 2016

Una Ratonera Del Siglo XIX Expuesta En Un Museo Atrapa A Un Ratón

Esto si que es un ejemplo de las cosas bien hechas. Si alguna vez se ha lamentado porque sus aparatos electrónicos se estropean tras unos pocos años, quedará impresionado con la "Ratonera Perpetua", de la empresa Colin Pullinger e Hijos que, 155 años después de que su diseño original fuese patentado, todavía caza ratones con éxito.

Según un dicho anglosajón del siglo XIX "quien perfeccione la ratonera se hará famoso", en alusión a que cualquier empresa que comercialice una versión mejorada de algún articulo popular tendrá un enorme éxito, pero aparentemente el ingenio humano aplicado a la caza de ratones alcanzó su punto álgido a finales del siglo XIX.

Ayer, el ayudante de restaurador del Museo de la Vida Rural Inglesa (MERL), en la universidad de Reading, en el Reino Unido, descubrió que la antigua trampa había funcionado de nuevo, cazando y matando a un ratón que de alguna forma se había colado en el museo.

La terrible ironía del deceso del ratón fue que tras haberse colado con éxito en el museo tenia acceso a un suministro ilimitado de madera y productos de papel con los que alimentarse y posiblemente incluso con los que construirse una madriguera acogedora.

Pero, a pesar de que la ratonera de Colin Pullinger e Hijos llevaba décadas sin que le pusieran cebo, el ratón decidió que trepar al interior de la trampa era una forma magnifica de comenzar a explorar el museo. Y donde las baterías y los componentes electrónicos habrían fallado después de 155 años la ratonera en cambio funciono de una forma tan eficiente como lo habría hecho el mismo día en el que fue construida.

Y por lo que respecta a lo que queda del ratón, el museo y la universidad están debatiendo llevarlo a un taxidermista para que lo diseque y ponerlo en exposición junto con la ratonera, como un homenaje póstumo al reclamo publicitario original del artilugio: "Dura toda la vida", afirmaba la empresa.

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